La explotación maderera de Irati se realiza en base a planes de ordenación forestal y es una importante fuente de ingresos para Aezkoa. Como bosque comunal, los vecinos aprovechan hoy en día lotes de leña para el hogar y productos naturales. Históricamente se aprovechaban además árboles para la construcción, bellotas y hojas para el ganado o carbón vegetal.
Durante siglos Irati se mantuvo semivirgen por la dificultad de transportar la madera. A principios del s. XVII comenzarán a explotar el Irati bajonavarro pero no será hasta finales del XVIII cuando la Marina española se fije en el Irati aezkoano y salacenco. En la zona, aunque las almadías se conocían al menos desde el s. XV, se usaron esporádicamente hasta 1778 en que comenzó el descenso continuo de almadías hasta la aparición del barranqueo. Es en la década de 1920 cuando llegará esta técnica americana de los barranqueadores, bajando por el río los troncos sueltos. Muchos orbaiztarras trabajaron en este duro oficio, bajando en cuadrillas con largas pértigas para desenganchar las acumulaciones de troncos. En la misma década de 1920 la Baja Navarra nuevamente se adelanta en el uso de cables aéreos para la saca de madera. En Salazar y Aezkoa comenzarán a usarlos en los años 40. Cada vez que se ponía un nuevo cable, una tropa de orbaiztarras, niños y grandes, trabajaban en su montaje desde la construcción de la torres hasta llevar la comida a los jornaleros. Finalmente será en la década de 1970 cuando se generalice la explotación con pistas forestales. |