Historia
El Irati aezkoano posee una de las mejores áreas megalíticas de Euskal Herria. En el sector Azpegi-Iropil se encuentran unos 50 cromlechs, media docena de dólmenes, fondos de cabaña y túmulos.
El conocimiento de la Edad Media llega con los documentos, siendo Aezkoa citada desde el s. XI. Orbaizeta en una de sus primeras apariciones, en 1377, aparece por desgracia para describir el incendio del pueblo, su iglesia, treinta casas y veintiséis hórreos, “por pestilencia de fuego, que dios ha querido echar sentencia sobre eillos ó por lures pecados”.
Entre 1512-29 Castilla conquista la Alta Navarra, convirtiéndose Aezkoa en frontera de dos reinos. Los siglos XVI-XVII son de adaptación a la nueva situación, con militares castellanos en la zona informando cómo defender estos caminos, ante el posible ataque de los legítimos reyes navarros.
El s. XVIII es relativamente tranquilo, hasta que en 1771-75 una epizootía o epidemia animal mata casi toda la cabaña vacuna en gran parte de Euskal Herria. Aezkoa perdió 3.500 cabezas de vacuno y no volvió a recuperar ese nivel. La construcción de la fábrica de munición de Orbaizeta, imán de todas las guerras del s. XIX, junto con la pérdida de la posesión de sus montes, dejan la primera mitad del s. XIX con un triste y pobre panorama en el Valle.
Las guerras de este periodo, en especial entre 1793-1839, fueron catastróficas para los aezkoanos: fusilamientos, levas obligatorias, quemas, robos de ganado, requisiciones… todo ayudó a la pobreza de sus habitantes. En 1841 todavía se queja Orbaizeta que sus habitantes tienen la obligación de dar sus camas a los soldados, mientras ellos duermen en el suelo.
ZerkupeLa segunda parte del s. XIX marca el máximo histórico de población en Aezkoa, con unos 3.500 habitantes, 800 en Orbaizeta, por la fábrica y la producción de las minas. Así en las minas y fábrica de Txangoa en 1857 están censados treinta habitantes.
Desde finales del s. XVIII comienza la saca de madera a gran escala de Irati, (de manera totalemente incontrolada en sus inicios, y ya regulada tras la devolución de los montes). Orbaizeta ve como son tiradas varias peñas para facilitar el paso por el río de las almadías. A finales del XIX varios indianos aezkoanos, emigrantes que vuelven a sus tierras, crean la empresa El Irati SA, que durante años dará trabajo a la zona. Construirán el embalse de Irabia, 1921-46, centrales eléctricas en Irabia o Betolegi, en 1946… o su gran fábrica de Ekai y el tren eléctrico Iruña- Zangoza.
La guerra del 36 produjo una fractura radical. Son los años grises de la dictadura franquista. Fue la vuelta al s. XIX. Aezkoa vuelve en 1936-50 a la autarquía, con su propio mercado quincenal en Aribe. Gracias a la patata la economía de la zona volvió a resurgir hasta los años 80. En esos años 80 se recuperó la raza vacuna pirenaica, hasta entonces Aezkoa había sido casi su último reducto, Fueron años de vacas gordas, pero también de un progresivo descenso demográfico, similar en toda la montaña. En los últimos veinte años el turismo se ha incorporado a las economías locales y ya forma parte de su vida diaria.